martes, 6 de marzo de 2012

Cupcakes de moka


Un gallifante para la persona que descubrió el café. Cuando me levanto por las mañanas voy con los ojos cerrados a la cafetera y, antes de ponerme las zapatillas, ya tengo un café bien calentito en las manos para empezar a espabilarme. Puedo pasar sin comer nada en el desayuno pero el cafelito no lo perdono, aunque tengo que tener cuidado con la cafeína porque si me paso me entra un nervio...
A Tano no le gusta el sabor del café pero sí su olor, que es el que le despierta a él cuando me paseo por la casa con mi taza humeante a eso de la 6 de la manaña. Por eso hasta ahora no había preparado ninguna receta con café.


Sin embargo se me ocurrió que quizás si combinaba café con chocolate en una receta le gustaría. Quería probar con estos cupcakes pero no sé si le dará tiempo a probarlos, son para los compañeros del trabajo y ellos sí que están enganchados al café. ¡Para saber si están buenos o no tendré que preguntarles a ellos!
Los INGREDIENTES  que he utlizado para 8 cupcakes pequeños son:
1 huevo pequeño,
50 gr. de mantequilla en punto de pomada,
30 gr. de azúcar blanco,
30 gr. de azúcar moreno,
55 cc. de café solo,
una pizca de esencia de vainilla,
80 gr. de harina,
20 gr. de acao sin azúcar,
1 cucharadita de levadura,
una pizca de bicarbonato,
una pizca de sal,
50 cc. de buttermilk (mejor prepararla en casa, no comprarla, para eso mecesitamos leche y un chorro de vinagre).
Para el frosting:
8 cucharadas de queso crema Philadelphia,
5 cucharadas aprox. de azúcar glas,
cacao en polvo para decorar.


PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando la buttermilk y para eso en un recipiente echamos los 50 cc. de leche y ponemos un buen chorro de cualquier tipo de vinagre (con balsámico no he probado, los restantes sí sé que sirven), reservamos unos 10 minutos mientras se corta la mezcla.
Por otro lado, en otro recipiente más grande batimos con la varillas eléctricas a velocidad muy baja la mantequilla en pomada con los dos azúcares hasta que se convierta en una crema. Añadimos el huevo, la esencia de vainilla y el café, volvemos a batir.
En un cuenco aparte mezclamos todos los ingredientes secos bien tamizados, la harina, la levadura, el cacao y el bicarbonato. En 3 golpes los vamos adjuntando a la mezcla anterior y vamos removiendo con las varillas manuales, pero antes de agregar la última parte echamos la buttermilk que ya estará lista. A primera vista la leche cortada no se antoja un ingrediente muy agradable pero a pesar de esto no os podéis imaginar la textura y humedad que confiere a cualquier masa.


Cuando todos los ingredientes estén mezclados disponemos la cremosísima masa resultante en las cápsulas de papel, las mías en esta ocasión son de la marca Dr. Oetker que hasta el día de hoy han sido con mucha diferencia las mejores que he usado. Son rígidas, no se han despegado del bizcocho y no se engrasan por lo que mantienen el dibujo perfecto hasta después del horneado.
Nuestros cupcakes han estado 17 minutos a 175º y después los he colocado en la rejilla otros tantos para que se enfríen. En este tiempo he preparado el frosting, batiendo el queso con el azúcar hasta que se han unificado.


Con una espátula pequeña extendemos el frosting realizando giros sobre los bizcochitos para luego espolvorear por encima el cacao, he puesto poquito porque tienen que sobrevivir al viaje desde mi casa hasta el trabajo. Mañana temprano tendré el veredicto de mis compañeros sobre la mesa, espero que les gusten tanto como a mí habérselos preparado. Prometo contaros cómo ha ido ;-)

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