sábado, 21 de enero de 2012

Pelotillas de mi abuela


A las albóndigas en nuestra familia siempre se las ha llamado pelotillas por culpa de mi abuela, ella le pone mote a todo y a todos y este plato no ha escapado a su sentido del humor. Esta receta es suya y, como todas, cada día las hace de una forma distinta.
Para las pelotillas cada cual tiene su secreto y aún más si encima tienes tiempo y puedes permitirte el lujo de comprar la carne que quieres, hacer que te la piquen, aderezarla en casa, elaborar las bolitas y luego guisarlas.
Así es como las hace mi abuelita pero yo no tenía hoy tanto tiempo por lo que tuve que comprarlas ya preparadas para sólo tener que hacer la salsa.


En otro momento prometo hacerlas desde el primer paso y de esa forma poder reflejar los trucos de una cocinera tan fabulosa sin dejarme ninguno atrás. Para esta ocasión los INGREDIENTES para 24 pelotillas han sido:
1 cebolla,
4 dientes de ajo,
pizca de nuez moscada,
chorrito de manzanilla de Sanlúcar,
pimienta recién molida,
azafrán (o colorante alimentario),
pizca de pimentón dulce,
perejil,
una pastilla de Avecrem,
una ramita de romero,
maicena o harina para espesar,
unos 350 cc. de agua (si queréis más salsa poned más cantidad),
y las pelotillas, obviamente :), las nuestras eran una mezcla de pavo y pollo.


PREPARACIÓN:
En la olla exprés echamos la cebolla y los ajos bien picados sobre un chorro generoso de aceite de oliva. Mientras empieza a dorarse añadimos la ramita de romero, el pimentón, el azafrán, el perejil, la pimenta molida y la nuez moscada.
Esperamos a que todos los sabores se unan y la cebolla coja un poco de color. Entonces echamos la pastilla de Avecrem, el agua y el golpe de manzanilla, tanto como os guste pero cuidado que si nos pasamos después saldrá una salsa fuerte.
Removemos bien y sacamos el romero, ya habrá dejado el toque que queremos. Cuando el agua empiece a hervir vamos añadiendo las pelotillas una a una, apretándolas bien para que la carne quede prieta.


Cuando estén todas dentro de la olla exprés la cerramos según las instrucciones, ponemos fuego medio y esperamos a que empiece a salir vapor. Cuando esto suceda ya estarán listas, en apenas unos minutos esta receta está terminada.
Abrimos la olla... ¡pero cuidado por favor! Este momento siempre me da respeto... Sacamos todas la pelotillas a un plato, sobre la salsa echamos un par de cucharaditas de maicena y, mientras está caliente, trituramos los ingredientes con la batidora a velocidad rápida. Cuando ya no quede ningún trocito devolvemos a la olla la carne.
Quedará como una crema un poco espesita pero sin mucho cuerpo, el color es dorado por el azafrán y el olor que le da el vino...mmmmmm.... Están de muerte. Un plato como éste que ya ha superado tres generaciones sin modificaciones no puede estar malo, ¿verdad?

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